Curiosos

jueves, 14 de marzo de 2013

La libertad es un lujo que no todos pueden permitirse

CRITICA
"Sostiene Pereira" 
Antonio Tabucchi (1994)


Decía Otto Von Bismarck, estadista, burócrata y conocido militar alemán, que la libertad es un lujo que no todos pueden permitirse. Es probable que desde este prisma nazca la obra laica más perdurable del anterior siglo. “Sostiene Pereira” no es una obra literaria sin más, es un alegato a la libertad. A la libertad de decisión, a la libertad de expresión y a la libertad individual ante una sociedad que oprime todo instinto.

La novela, basada en una Portugal castiza, derechista y conservadora, nos muestra cómo, allá por los años 1940, en plena efervescencia de totalitarismos y autoritarismos europeos, era posible un gesto de individualismo. Portugal en 1938 sufría la dictadura de Salazar, el cual promulgó en el país una nueva constitución y un Estado novo, que establecía un régimen corporativo. Como puede comprenderse, este nuevo modelo se inspiraba en fórmulas de gobierno existentes en la década de 1920, sobre todo en el fascismo italiano de Benito Mussolini. El nuevo régimen portugués, alcanzó la fase de mayor radicalización en los años de la Guerra Civil española (1936- 1939), momento histórico en el que se enmarca el relato. Por tanto, los añadidos políticos que se extraen del texto son prueba de un Antonio Tabucchi consciente y preocupado por la situación de un país al que amó y al que dedicó gran parte de su obra.

Bajo este prisma, es una obra de lectura ligera, donde la coherencia de los movimientos del protagonista y sus nefastos resultados, ponen de manifiesto el constante y circunstancial bloqueo emocional al que se ve expuesto. Se muestra también, el devenir de un protagonista que como periodista, queda encerrado en sus propios temores y acaba por rendirse a sí mismo y a la rutina de su trabajo. Sin embargo, la repentina aparición de un par de jóvenes cargados de ilusión y pensamientos libertarios, le contagian su entusiasmo. Es así como, acorde con el tono del relato, el protagonista de repente, rompe con el stablishment y por primera vez, deja de lado la situación en la que está asumido para enfrentarse y encarar su futuro con valentía.

Así pues, de esta manera, el autor le ofrece al protagonista un refugio, un lugar en el que amparar su existencia y sus ilusiones. Un lugar éste, que sirva de antídoto para el espíritu, el cual reclama la libertad desde hace tiempo. Tabucchi consigue así, salvar a Pereira de las garras del poder, ofreciéndole la posibilidad de disfrutar de lo que bajo cualquier régimen de autoritarismos sería imposible: la posibilidad de burlar al sistema y expresarse con total libertad. Quizás sea algo utópico todo esto. Quizás resulte desternillante tan solo contemplar la posibilidad. En cualquier caso, por suerte o por desgracia, el final de este libro se muestra más abierto que cerrado, así que el desarrollo de los acontecimientos prosigue en la mente del lector.

En definitiva, es una obra que contempla los existencialismos humanos más comunes pero de una manera inquietante, ya que Tabucchi narra a un ritmo pausado pero vigoroso, lento pero vivaz, y por tanto, el relato es ligero, pero profundo. Sirve, por tanto, de testigo de esta época, aunque en mayor o menor medida, sirva también para enmarcar cualquier otra, pues, de alguna manera, todos somos Pereira; y quizás ése sea el motivo por el que la obra perdure y continúe recibiendo premios y reconocimiento. El simple hecho de que se adapta a los tiempos que corren, pero ofrece la visión del tiempo ya transcurrido.

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